Más allá de un molino que solía triturar y producir trigo, harina, mogollo y salvado, se producían historias. Historias que para Julio Laverde, fueron invaluables, ya que ese viejo y olvidado lugar lo vio vivir y morir. Aquel molino no debe continuar su rumbo al olvido, es necesario rescatar esta obra de arte que aun después de perder a Julio, sigue en pie, gracias a algunas personas que piensan en aquel lugar, como un patrimonio cultural. Sabias que…. Una historia que nunca se contó, una casona de estilo español de jerarquía indígena, un gran edificio de ladrillo con un área …