La alerta amarilla y naranja se mantiene en Boyacá, debido a los fuertes cambios de temperatura.
Tras un consejo extraordinario de Gestión del Riesgo, donde estuvo presente el director del IDEAM Omar Franco, y las autoridades departamentales, se dio la instrucción a todos los alcaldes de Boyacá, para que ellos mismos verifiquen los abusos del uso del recurso hídrico.
Las lluvias se han disminuido entre un 40 y un 60% en esta zona del país, y de acuerdo con el IDEAM, se disminuirán mucho más por lo menos en los próximos dos meses. El Fenómeno del Niño se dará con una insistencia supremamente rigurosa por lo menos hasta junio, con una sequía cada vez más amenazante.
“Consideramos que las dificultades por las que atraviesa Sutamarchán, Firavitoba y Tinjacá, son serias. Allí declararon emergencia y calamidad pública por escasez de agua. La gran preocupación es que año a año, el asunto viene empeorando y afectando de manera sustancial, la productividad en el campo”. Declaró el gobernador Carlos Amaya.
Por su parte, el Director de Prevención y Atención de Desastres del departamento, John Carrero, recomendó a “los mandatarios municipales visitar vereda a vereda y mantener permanente comunicación con las comunidades rurales. La idea es informarles sobre el uso adecuado de las fuentes hídricas, la protección de bosques, páramos y humedales, y la reacción inmediata ante eventos desafortunados”.
De igual forma hay alerta naranja en 51 municipios por incendios forestales y 72 municipios están en alerta roja por altas temperaturas.
La mayoría de los 123 municipios de Boyacá están desprotegidos frente a la ocurrencia de incendios forestales. Solamente 28 municipios han creado su cuerpo de bomberos, y apenas 18 de estos funcionan operativamente.